Los precarios contraatacan

El artículo de LDNM, revista del activo colectivo La Dinamo (todas sus propuestas son de lo más interesante, dentro de la desidia madrileña) presenta las primeras agrupaciones que intentan unir la voz ante la generalizada precariedad del "España va bien" (que todavía sigue, da igual un gobierno u otro).Lo curioso es que, ante hechos tan generalizados como los sueldos basura o el acceso a la vivienda (que sufren día a día millones de jóvenes que se han educado bajo una educación en teoría mejor que la de sus padres), las únicas voces que se oyen provienen de movimientos, en teoría, más "radicales" como centros sociales "okupados" o movimientos antisistema, marginados por ellos mismos o por las autoridades, que fomentan así la desacreditación de los pocos focos de inteligencia o, al menos, de los pocos que se atreven a gritar. Quizás, se trate de un problema del "nada que perder", de la vida destinada a acumular posesiones y alcanzar la estabilidad, contra el día a día de los que se resisten a trabajar para consumir.
Al final puede que todo sea un estado mental, un dejarte llevar o no, pero del que seguro es muy difícil salir, y aunque muchos que piensan que lo han hecho, en realidad no son conscientes de que nunca saldrán, y la diferencia es solo de forma. Más o menos la mayoría de los jóvenes de este país tienen un mayor o menor apoyo familiar, y en muchos casos ésta es la clave de esa "liberación mental", que al menos puede ayudarnos a ser conscientes de donde estamos, y salirnos un poco de la corriente, que a veces agobia demasiado.

mác

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